¿Como una canción puede transportarnos a otra situación? Ayer en clase experimenté una sensación de transportarme, cada canción que íbamos viendo me llevaba al patio de mi escuela, con mis compañeros. Digo al patio porque realmente a todos los juegos que jugamos ayer en clase los practicábamos en los momentos libres en la escuela. Supongo que esto se debe a la simplicidad del juego, ya que si todos conocen el juego no necesita ninguna preparación previa. Además, a pesar de que el tiempo sea corto nunca lo dejas a mitad, ya que se organizan en rondas cortas, correspondientes al tiempo de la retahíla o canción que lo caracteriza. Todo esto los convierte en los juegos perfectos para esos 10 minutos de descanso que se le dan a los niños.
Pero regresando a la vivencia que me reporta estos juegos, vamos a hacer un pequeño análisis por categorías.
En primer lugar los juegos de palmas. Estos, personalmente son los que más practiqué, ya sea porque son los que menos participantes requieren, y por lo tanto hay mas situaciones en las que lo puedas practicar, como porque no tiene un numero de participantes ni unos tienen una participación más activa que los otros. También debo decir que era uno de los que mejor de me daba y por lo tanto tenia mayor predilección por estos.
En segundo lugar los de pasillo. Este grupo fue el que más me sorprendió, ya que era el que menos recordaba, pero a medida que iba escuchando las canciones me sorprendía más de la cantidad de recuerdos que venían a mi cabeza. Al contrario que en los de palmas, estos juegos requieren un numero mayor de participantes lo que hace que no sean tan usuales.
En cuanto a los juegos de silla, debo reconocer que solo conocía el de la sillita de la reina, ya que nunca me han gustado mucho, ya que no les encontraba sentido, no entendía que gracia tenia coger a uno en brazos y cantar una canción. También debo reconocer que lo que mas me fascinaba de este, aunque no parezca cierto, era el agarre. Me parecía increíble que con solo la posición de las manos cambiase tanto el peso que podíamos levantar.
Por último los juegos de cuerda. En cuanto a mi experiencia personal estos juegos los he practicado en campamentos o situaciones en las que hay un gran grupo de saltadores, y normalmente con la presencia de un adulto. También he jugado espontáneamente con mis amigas, pero no lo recuerdo como un juego habitual. Esto posiblemente se deba a que durante un largo periodo se puso de "moda" jugar a la goma. Al fin y al cabo es una variedad de la cuerda, pero exige una resistencia menor ya que el salto no es continuo.
Para terminar decir que fue muy gratificante hacer ese viaje en el tiempo.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Volviendo a la infancia.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)